Con nuestros viajes a Polinesia podrá diseñar a medida el viaje que desea. Abajo encontrará el detalle de todas sus islas.
Sólo tienes que indicarnos a que isla o islas desea viajar y nos pondremos a trabajar en su viaje soñado a Polinesia
Tahití y sus islas son conocidas oficialmente como la Polinesia Francesa. Situadas en el sureste del Pacífico, se encuentran entre el Ecuador y el Trópico de Capricornio y se extienden sobre 4 millones de kilómetros cuadrados de océano, la misma extensión que ocupa Europa. La superficie total de estas 118 islas y atolones no son más de 4.000 kilómetros, es decir, una extensión algo menor que la de la isla de Córcega.
En resumen ¿Qué es un archipiélago polinesio?Un grupo de islas cercanas geográficamente y similares morfológicamente.
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Al llegar a Tahití, no se olvide de que es una zona horaria distinta, con 12 horas menos sobre la hora de España en verano, u 11 horas si viaja en el período del horario de invierno.
El Franco del Pacífico (CFP) es la moneda local y el cambio con el euro es fijo (1 EURO = 119,33 CFP). En la mayoría de los hoteles, restaurantes, tiendas y atracciones turísticas se aceptan las principales divisas extranjeras y tarjetas de crédito.
Los bancos internacionales presentes en Tahití tienen también sucursales en las principales islas y todos pueden cambiar todas las monedas en circulación. No es habitual dar propinas y tampoco se las solicitarán.
El francés y el tahitiano son los idiomas oficiales. El inglés está, no obstante, muy extendido y se habla en hoteles y en comercios, y se habla cada vez más castellano.
Los ciudadanos de la UE no necesitan ninguna medicación preventiva ni vacunaciones. En Tahiti y sus islas no hay ningún riesgo desde el punto de vista de la salud y los servicios médicos son de la mejor calidad. En Tahití hay farmacias, clínicas privadas y hospitales muy bien equipados. En las islas principales hay consultorios médicos y centros médicos privados. En las islas no existen serpientes, ni arañas venenosas ni animales peligrosos.
Los hoteles y los centros médicos de todas las islas poseen instalaciones de primeros auxilios para el tratamiento de pequeñas heridas.
NB: Aunque la Polinesia Francesa es un territorio de ultramar, la cobertura prevista por el Servicio Nacional de Salud francés en su Formulario 101 no incluye este área. Los visitantes que deseen el reembolso de los gastos médicos deben contratar antes de su viaje una póliza de seguro privado.
La corriente eléctricaen la mayoría de los hoteles es de 110 ó de 220 voltios. Si los necesita, solicite transformadores para las maquinillas de afeitar o para los pequeños aparatos electrónicos (adaptadores estándar utilizados en los Estados Unidos).
Hay diferentes religionesen Tahiti y sus islas, aunque la mayoría de sus habitantes son protestantes y católicos romanos.
Se pueden celebrar ceremonias de boda entre dos extranjeros, legalmente reconocidas, siempre que se ajusten a las leyes locales. Se puede celebrar también una boda tradicional polinesia, pero sólo con el fin de experimentar la belleza del rito local y sin validez legal.
El código telefónico internacional para la Polinesia Francesa es el 00689. Para llamar a España, se debe marcar 0034 seguido del número local. Las tarjetas telefónicas se pueden utilizar para realizar llamadas internacionales. NB: Para utilizar los teléfonos móviles se debe consultar con su operadora de telefonía ya que no todas las compañías ni todos los terminales funcionan. Otra opción es adquirir tarjetas SIM fabricadas en la Polinesia Francesa.
Si el archipiélago de la Sociedad está formado por las islas con más actividad, el de las Tuamotu es el más grande de todos con más de 76 pequeñas islas. Las Tuamotu son bien conocidas por tener algunas de las mejores zonas para submarinismo y por las granjas de perlas, junto con su belleza natural, su fauna y flora, particularmente Rangiroa, Fakarava, Tikehau y Manihi.
Las Tuamotu son islas y atolones esparcidos en un área de 1.500 kilómetros, situados al este del Archipiélago de la Sociedad y al sur de las Marquesas. Este archipiélago es un paraíso de pequeñas islas de coral con playas que conservan toda su belleza natural acariciadas por el océano azul. El único sonido que se oye es el romper de las olas contra la barrera de coral, mientras que en su interior, los atolones están embriagados del perfume de miles de flores. Las lagunas están llenas de vida: unas 400 variedades de peces se suman al encanto de las islas y constituyen una fuente de fascinación y de diversión para los visitantes. Las aguas cristalinas son perfectas para el cultivo de las famosas perlas negras, únicas en el mundo. Hay hoteles en cuatro de los atolones: Rangiroa, Tikehau, Fakarava y Manihi.
En polinesio, Rangiroa significa “cielo infinito”. Con sus 240 motus, es uno de los mayores atolones del mundo. Con una luminosidad incomparable, con intensos colores que van del jade al turquesa iridiscente y al violeta, con una gran vida gracias a las innumerables variedades de especies de la flora y la fauna marina, la laguna es tan extensa que es imposible divisar la orilla opuesta. Situada a 350 km al norte de Tahití, es la isla más poblada de las Tuamotu.
Los pueblos: Avatoru es la principal población y la sede de las oficinas administrativas, incluyendo el ayuntamiento, la oficina de correos, un centro de investigación de las granjas de perlas, el centro de artesanía de la madreperla, y dos iglesias.
La Laguna Azul: éste es el destino favorito de la isla y formado por una cuenca natural rodeada de una serie de motus y de barreras de coral, lo cual ha hecho surgir una piscina natural dentro de la laguna.
Dónde alojarse: la isla ofrece alojamiento en el único resort existente, el Kia Ora Village, y cuenta además con establecimientos de “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Tahiti despegan cada día de Tahití (aproximadamente una hora de duración). Existen también vuelos de conexión de Air Tahití a las otras islas principales durante la semana.
Situada al noroeste de Tahití y a aproximadamente 10 km de Rangiroa, este atolón de forma oval posee una serie de pequeños islotes a su alrededor. El más grande, al suroeste del atolón, es también el único habitado.
Tikehau ofrece refugio a numerosas colonias de pájaros, entre los que se incluyen las plangas negras y los alcatraces de pata roja, que anidan en sus pequeños motus.
Submarinismo: la belleza y la abundancia de la fauna en Tikeau atraen a los aficionados al submarinismo. En el estrecho de Tuheiava podemos encontrar rayas, bancos de barracudas, atunes y tiburones grises.
Dónde alojarse: la isla ofrece alojamiento en el Tikehau Pearl Resort, perteneciente a la cadena Pearl Resorts, el único resort existente en la isla, y cuenta además con establecimientos de “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Tahiti despegan cada día de Tahití (aproximadamente una hora de duración). Existen también vuelos de conexión de Air Tahití a las otras islas principales durante la semana.
Con 60 km de largo y 25 de ancho, es el segundo mayor atolón de la Polinesia Francesa. Tiene forma rectangular y, junto con sus seis islas vecinas, es una reserva protegida por la Unesco. La fauna y la flora son aquí particularmente abundantes y el ecosistema se mantiene totalmente intacto.
Excursiones: visita a una granja de perlas y a un centro de tratamiento de los pepinos de mar. Visita al antiguo poblado de Tetamanu y a una de las primeras iglesias católicas romanas construidas de coral.
Submarinismo: las aguas de Fakarava son un auténtico acuario tropical donde los visitantes pueden nadar con meros, barracudas, rayas, tiburones tigre y tiburones martillo.
Dónde alojarse: el único alojamiento de la isla es el Fakarava Noho Ra’a, perteneciente a la cadena Maitai, además de los establecimientos de “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Tahiti despegan cada día del aeropuerto de Tahití (aproximadamente una hora de duración). Existen también vuelos de conexión de Air Tahití a las otras islas principales durante la semana.
Situada a 175 kilómetros al noreste de Rangiroa, Manihi tiene forma elíptica y posee un único estrecho de paso que conecta la laguna con el mar abierto.
La perla negra: Manihi es internacionalmente famosa por el cultivo de la perla negra, y fue en este atolón donde se creó la primera granja de perlas de la Polinesia Francesa. En la laguna se han instalado pequeñas granjas de perlas y la visita a alguna de ellas es casi obligatoria.
El fondo marino: los fabulosos fondos atraen a los submarinistas de todo el mundo que llegan a Manihi para practicar su deporte favorito. Los bancos de tiburones grises vienen a estos fondos marinos a depositar sus huevos.
Dónde alojarse: el único alojamiento de la isla es el Manihi Pearl Beach Resort, perteneciente a la cadena Pearl Resort, además de los establecimientos de “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Tahiti despegan cada día del aeropuerto de Tahití (aproximadamente dos horas de vuelo). Existen también vuelos frecuentes de conexión de Air Tahití a las otras islas principales a lo largo de la semana.
Tahiti y sus islas está formada por 118 pequeñas islas, divididas en cinco grandes archipiélagos: Sociedad, Tuamotu, Marquesas, Australes y Gambier. El Archipiélago de La Sociedad: Tahití, Moorea y Tetiaroa
Cinco islas montañosas muy diferentes (Huahine, Bora Bora, Raiatea, Tahaa y Maupiti) forman el grupo de las Islas de Sotavento en el Archipiélago de la Sociedad.
Bora Bora, la isla romántica. Un volcán se levanta en medio de una de las lagunas más hermosas del mundo. Romántica por definición, Bora Bora ha sido siempre la isla de los sueños. Situada a 259 km al noroeste de Tahití, sus contornos son imponentes y rocosos. La naturaleza ha sido generosa con Bora Bora; las aguas claras de su extensa y protegida laguna son una delicia para navegar, y son famosas por sus incontables colores y por los motus, atolones arenosos que se estiran a lo largo de toda la barrera. El único paso para llegar al océano se encuentra en Teavanui, en la parte oeste.
Excursiones y naturaleza: paseos a caballo, safaris por las montañas, trekking… la isla ofrece una amplia variedad de posibilidades, entre las que se incluyen también las excursiones a pie a la cima del Monte Pahia, para disfrutar de las vistas de todas las Islas de Sotavento.
La laguna: para disfrutar plenamente del espectáculo que ofrece la laguna, las excursiones más recomendables son las que se realizan en piraguas o en catamarán, que incluyen un picnic en los motus, o a bordo de alguna embarcación para echar un vistazo más de cerca a las rayas manta o dar de comer a los tiburones. Algunas de las áreas más famosas son: la avenida de las rayas con sus diferentes tipos de rayas, incluyendo la raya leopardo, y el valle blanco fuera de la laguna, con los corales que atraen a multitud de peces multicolores seguidos de los bancos de barracudas y de los tiburones.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde las grandes cadenas hoteleras hasta los resorts de la isla, ubicados principalmente en torno a la laguna, y la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: Varios vuelos de Air Tahiti despegan cada día de Tahití (entre 45 minutos y 1 hora de duración). Hay también frecuentes conexiones semanales con las otras islas principales.
Raiatea es el corazón cultural y religioso de las Islas de la Sociedad. Se le llama “sagrada” porque aquí se encuentra el más importante lugar de culto: el Marae Taputapuatea. Los visitantes llegarán a encontrarse inmersos en una mágica y misteriosa atmósfera creada por las miles de leyendas que forman parte de su historia. La isla es también el punto de partida de numerosos cruceros organizados por las principales compañías de cruceros chárter. Es imposible no quedar encantado por el fascinante paisaje de la cadena de montañas que encierran la isla hacia el norte y hacia el sur, por el rumor de las cascadas y por la magia de la laguna y de sus motus.
Qué ver: aparte del Marae Taputapuatea, otra visita ineludible es el Monte Temehani, un Olympo polinesio y un paraíso perfumado que es también el hogar de una flor única: la Tiare, símbolo de la Polinesia Francesa. Una excursión al Belvedere, en el Monte Tapioi, de 294 metros de altura, y un paseo por el pintoresco mercado de Uturoa (los miércoles y los viernes) también merecen la pena.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde el Raiatea Pearl Resort perteneciente a la cadena hotelera Pearl Resort, el Hotel Tenape, hasta la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: Los vuelos de Air Tahiti despegan desde Tahití (aproximadamente 40 minutos de vuelo). Existen también frecuentes conexiones semanales a otras islas principales.
Tahaa, situada en la parte sur de la misma inmensa laguna que Raiatea, posee un suave relieve montañoso y una costa poblada de numerosos motus. Cuenta con magníficas playas de arena blanca y las aguas de la laguna son de color turquesa. Es conocida como la Isla Vainilla debido a las numerosas plantaciones aquí existentes.
Excursiones: tour completo de la isla en 4×4 y visita de las plantaciones de vainilla y de cocoteros.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde el Tahaa Pearl Beach Resort & Spa de la cadena Pearl Resort, al Vahine Island Private Island Resort, y la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: no hay aeropuerto en la isla de Tahaa. Los vuelos de Air Tahiti llegan hasta Raiatea y desde aquí se puede llegar a Tahaa por mar.
Verde, exuberante, tranquilo, protegido, invita a la meditación. Huahine es uno de los lugares preferidos para observar el mundo.
Formada por dos islas, Huahine Nui y Huahine Iti, separadas por un estrecho paso, esta isla montañosa posee magníficas y profundas bahías y hermosas playas de arena blanca. En los islotes que hay en torno a la laguna se cultivan sandías y melones; diversas hortalizas y árboles frutales crecen en esta fértil tierra. Una pista de tierra recorre todo el perímetro de la isla, atravesando pueblos rodeados de plantaciones de plátanos, frutas del árbol del pan, papayas y mangos.
Qué hacer: paseos a caballo y tours de la isla en 4×4, así como tranquilas excursiones en bicicleta. También se puede visitar el jardín polinesio de plantas medicinales, el Ariiura Paradise. Visite el Maeva Marae, uno de los conjuntos arqueológicos más grandes y mejor conservados.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde el Sofitel Heiva Huahine de la cadena hotelera Sofitel, al Huahine Te Tiare Beach Resort o el Relais Mahana Hotel, y la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Tahiti salen todos los días de Tahití (duración aproximada de 20 minutos). Existen también frecuentes conexiones durante la semana a las otras islas principales.
En resumen
¿Qué es un marae? El marae, un antiguo templo sin techo, de piedra esculpida, es un lugar donde los polinesios rendían culto a los dioses.
Es el vínculo que conecta Raiatea y Tahaa, y es una isla dominada por los precipicios de tres montañas y rodeada de cinco motus. Maupiti está situada frente a la laguna y posee un único estrecho de paso. Playas intactas, formaciones rocosas con picos y motus con plantaciones de sandías, melones y cocoteros. Maupiti, la isla del penu (pilones de piedra), es un paraíso que espera a ser descubierto.
Qué hacer: a los acantilados de Hotu Parata se llega por un sendero que se recorre a pie, con vistas de los motus y de la chispeante laguna. El punto de partida de las excursiones es la población de Vaiea, resguardada al pie de los acantilados que ofrecen refugio a innumerables aves marinas.
Dónde alojarse: la isla ofrece alojamiento en establecimientos de “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes.
Cómo llegar: Air Tahiti opera varios vuelos desde Tahití a lo largo de la semana (aproximadamente 50 minutos de duración).
Dentro aún del archipiélago de La Sociedad– Bora Bora, Raiatea, Tahaa, Huahine y Maupiti.
En general, la Polinesia Francesa es un destino de vacaciones muy agradable donde durante todo el día podremos realizar actividades muy variadas, pero por la noche no existe ninguna actividad de ocio particular, aparte de los espectáculos de danzas y cantos que se organizan en los hoteles. No obstante las islas del Archipiélago de la Sociedad son una excepción… gracias a la amplia selección de restaurantes, bares y hoteles, son las más animadas. En Tahití, Moorea, Bora Bora y Raiatea es posible hacer una reserva que incluya únicamente la habitación y el desayuno, lo cual permitirá al visitante disfrutar de los numerosos restaurantes que ofrecen especialidades locales, internacionales, chinas, italianas, y ¿por qué no? incluso españolas.
Cuatro islas altas (Tahití, Moorea, Maiao y Mehetia) y un atolón (Tetiaroa) forman las Islas de Barlovento, al este del Archipiélago de la Sociedad.
El 75% de la población de la Polinesia vive sólo en Tahití y en Moorea, y la mayoría de las oficinas, comercios y bancos se concentran en estas islas.
En resumen
¿Cuál es la diferencia entre una isla alta y un atolón? Una isla alta es de origen volcánico y posee una cumbre central que se desliza hasta el mar. Un atolón es una isla con forma de anillo (compuesto por varios islotes) de origen de coral, y su parte central encierra una porción de agua llamada “laguna”. Las islas altas y los atolones están rodeados de una barrera de coral.
La isla más grande de los cinco archipiélagos y la puerta de entrada a la Polinesia Francesa, Tahití está formada por dos islas montañosas más pequeñas, Tahiti Nui y Tahiti Iti (“grande” y “pequeño” respectivamente) y por el istmo de Taravao. Papeete, la capital, y el aeropuerto internacional de Faa’a, el punto de llegada de todos los vuelos intercontinentales, se encuentran también en Tahití.
Recorriendo Papeete: imprescindible una visita al colorido mercado. Construido en dos niveles, aquí podemos encontrar productos típicos y souvenirs.
Excursiones y naturaleza: el interior de la isla es salvaje y muy verde, con profundos valles, cascadas y antiguos conjuntos arqueológicos – marae – ocultos entre la vegetación. Se puede visitar a pie o en 4×4.
Surf: en parte rocosa y en parte caracterizada por largas playas de arena negra, la costa este es muy frecuentada por los surfistas de todo el mundo. Y especialmente de abril a octubre, cuando las olas hacen realidad los sueños de todos los entusiastas del surf.
Golf: para los amantes del golf, el campo de Atimaono, de 18 hoyos, diseñado por Olivier Breaud.
Museos curiosos, museos importantes: son obligatorias las visitas al Museo de la Perla, al museo dedicado a Paul Gauguin, y al Museo de Tahití y sus islas. También merecen la pena la casa de James Norman Hall, uno de los dos escritores que relató el Motín del Bounty. Existen también numerosas galerías de arte.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde las grandes cadenas hoteleras y los resorts hasta la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: A Tahití se puede llegar desde España con Air France, Air New Zealand y Air Tahiti Nui, la compañía aérea nacional, en vuelos intercontinentales desde París a Papeete vía Los Ángeles. Tahití es también el principal punto de salida para llegar a todas las islas de la Polinesia Francesa en los vuelos operados por Air Tahiti .
Debido a su gran proximidad y a su forma similar a la de Tahití, Moorea es considerada como la isla “hermana” de Tahití. Posee un elevado punto central, el Monte Rotui, cubierto de una espesa vegetación tropical que recorre sus laderas hasta el mar. La isla es famosa por sus numerosas playas de arena blanca pura, por las bahías de Cook y de Opunohu, por su lecho de coral y por la abundancia de la fauna submarina.
La diversión tropical: Moorea es la isla de los restaurantes, de los bares y del ocio, y en esta faceta sólo la secunda Tahití.
Piñas, vainilla, café…: senderismo o excursiones en 4×4 para visitar las granjas de perlas. A la llegada, no hay que dejar de saborear los jugos de frutas de Moorea, los almíbares y las deliciosas piñas.
No sólo bucear: las vistas de la isla desde el mar a la entrada de las bahías de Cook o de Opunohu, el Dolphin Quest para un encuentro muy de cerca con los delfines, y por qué no, un paseo por la plataforma marina en traje de buceo.
Una boda polinesia: es sólo una de las atracciones que ofrece el Tiki Village, la reconstrucción de un poblado típico polinesio. No tiene validez legal, pero está ambientada con toda la fascinación de los antiguos ritos. Las veladas en el Tiki Village acaban con las espectaculares danzas y cantos tradicionales.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde las grandes cadenas hoteleras hasta los resorts de la isla, ubicados principalmente en torno a la laguna, y la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Moorea salen cada día de Tahití (unos diez minutos de duración). Los catamaranes y ferrys realizan una travesía de aproximadamente 45 minutos y salen también de Tahití a lo largo de todo el día. Air Tahiti opera también vuelos de conexión con las demás islas varias veces a la semana.
Es el atolón más próximo a Tahití, y en los años sesenta sirvió de escenario para el rodaje de la película “El motín del Bounty”. La belleza del lugar impresionó tanto a Marlon Brando que, una vez acabado el rodaje, el famoso actor compró la isla.
El atolón está compuesto por motus y en el mayor de ellos, Tiaraunu, hay una pista de aterrizaje y un pequeño hotel, el único, Tetiaroa Village.
En resumen
¿Qué es un motu? En polinesio, motu significa «isla»; actualmente motu se entiende como una isla pequeña, un islote, algunos de ellos de tan sólo unos metros cuadrados, que forman un anillo en torno a un atolón.
En el aire…: rabihorcados negros, aves tropicales (o aves del paraíso), plangas pardas y petreles han elegido el motu Tahuna Iti para anidar. Los amantes de la observación de aves no deben dejar pasar la oportunidad de realizar una excursión a esta isla.
…o bajo el mar: la plataforma submarina de Tetiaroa es famosa por sus corales malvas.
Dónde alojarse: la única posibilidad de alojamiento en la isla es el hotel Tetiaroa Village, que cuenta con 14 bungalows en la playa.
Cómo llegar: 1 vuelo diario desde Tahití (duración del vuelo, aproximadamente 20 minutos).
Las Australes y el de Gambier. Aunque menores que otras islas, las Australes (Rurutu y Tubuai) son bien conocidas por sus cuevas rocosas y por ser ricas en artesanía polinesia, mientras que las Gambier son famosas por sus profundas creencias religiosas y por las granjas de perlas.
El Archipiélago de las Australes está compuesto por cinco islas: las principales son Rurutu, Tubuai, Raivavae y Rimatara. Situado en el Trópico de Capricornio, en la región más meridional de la Polinesia Francesa, su clima es más frío que el de Tahití.
Estas islas cuentan con fértiles llanuras que, combinadas con su clima más templado, les han dado el sobrenombre de “granero de la Polinesia”.
Este archipiélago es responsable de algunos de los ejemplos más interesantes de la artesanía de la Polinesia Francesa. El arte del trenzado es la principal actividad artística y alcanza la cumbre de su perfección con la creación de sombreros, bolsos y manteles hechos de hojas de cocoteros, pandáneos y de “aeho”, la caña que crece en las Islas Australes.
Otra característica de estas islas es la profunda naturaleza religiosa de sus habitantes y sus ritos, sus cantos y sus días de fiesta tradicionales.
Durante el verano austral, de julio a octubre, las aguas de Rurutu dan la bienvenida a las ballenas jorobadas, que llegan hasta aquí en busca de paz y tranquilidad.
La única forma de alojamiento para los visitantes de estas islas es la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes, que ofrecen un contacto directo con sus habitantes.
Air Tahiti vuela varias veces a la semana a las Islas Australes (aproximadamente 90 minutos de vuelo), y las compañías Wan Air y Air Archipels operan vuelos chárter hasta el archipiélago. También se puede llegar hasta aquí en barco, con tres salidas al mes desde Tahití.
Una isla primitiva y salvaje, única en su género, Rurutu presenta elevadas mesetas rodeadas de acantilados que se erigen sobre el mar. En el interior hay maravillosas cascadas que forman piscinas naturales, y grutas ricas en estalactitas y estalagmitas. La población de Moerai se encuentra en la parte noroeste de la isla. Avera está al oeste y está dominada por tres montañas, entre ellas la legendaria Manureva y la más imponente Taatioe.
Cómo desplazarse: la mejor forma de desplazarse por el interior de la isla es en 4×4 o en moto, que se pueden alquilar en las dos agencias existentes en la isla.
Excursiones y naturaleza: visita a las numerosas grutas interconectadas, para las que se requiere un guía. “Ana A’eo”, o “Gruta de Mitterand”, es la más grande y presenta algunas maravillas naturales.
A caballo: es otra forma de recorrer la isla que no hay que perderse, pero siempre acompañados de un guía.
Las ballenas: las acogedoras aguas de Rurutu se transforman en un auténtico centro de reproducción donde las ballenas jorobadas se reúnen para parir entre los meses de julio y octubre. Es posible incluso nadar junto a ellas.
Qué ver: visita al pueblo de Moerai, en la parte noroeste de la isla, que se abre sobre floridos jardines y que presenta dos atractivos principales para el visitante: el tiki, estatua gigantesca del dios A’a, y la tumba del navegante Eric de Bisschop.
Qué comprar: ningún visitante debe abandonar estas islas sin adquirir los hermosos sombreros, bolsos o manteles trenzados por las expertas mujeres de las Islas Australes.
Dónde alojarse: la isla ofrece alojamiento en establecimientos de la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares y casas de huéspedes.
Cómo llegar: Air Tahiti vuela varias veces a la semana desde Tahití (aproximadamente 90 minutos de vuelo).
Con su suave y redondeado relieve, esta isla es el centro administrativo del Archipiélago Austral. El Monte Taita (422 metros) y la cadena occidental cuyo perfil se asemejan a un “hombre tumbado”, son lugares ideales para fantásticas caminatas. Una pista de tierra cruza toda la isla desde el norte, donde se encuentra la principal población, Matura, hasta el sur. La pista de la costa ofrece vistas de los pequeños motus enclavados en una laguna poco profunda, situada al este.
Excursiones: cualquier recorrido por la isla sería incompleto sin una visita al Fuerte George, en la costa noreste, reconstruido en memoria de Fletcher y sus amotinados del Bounty. Otras actividades recomendadas son un paseo guiado por la isla a caballo y la pesca en alta mar.
Cómo desplazarse: lo más fácil es alquilar un coche, una moto o una bicicleta.
Dónde alojarse: la isla ofrece alojamiento en los establecimientos de la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: Cada día salen desde Tahití varios vuelos de la compañía Air Tahití (duración aproximada 90 minutos).
Las otras Islas Australes
Raivavae: la isla está formada por pequeños islotes solitarios, que son refugio de una gran variedad de aves marinas. Los cinco pueblos que hay en la isla presentan casitas de color pastel y sus habitantes llevan una vida tranquila y sencilla. El Tuhaa Pae II realiza la travesía entre Tahití y las Islas Australes, atracando en el muelle de Rairua cada dos o tres semanas.
Situado a unos 1.600 km al sureste de Tahití, este archipiélago está compuesto por 14 pequeñas islas montañosas. Cuna del catolicismo polinesio en el siglo XVIII, este grupo de islas posee más de 100 construcciones de piedra que datan de esa época: iglesias, monasterios, escuelas, hornos de pan y torres de vigilancia.
A este archipiélago se puede llegar por mar desde Tahití, a bordo de un barco que zarpa cada tres semanas ó cada 25 días; la duración de la travesía puede variar entre 11 a 18 días. Air Tahití opera hasta estas islas dos vuelos semanales (aproximadamente 5 horas de vuelo).
Isla de Mangareva: Es la mayor y la isla más poblada de las Gambier. En la principal población, Irikitea, se alza la impresionante catedral de Saint Michel, construida en 1848; su altar está ricamente decorado con perlas y madreperlas. En las lagunas de Mangareva abundan las madreperlas, que continúa siendo una de las principales ocupaciones de sus habitantes, ya que las mayores y más famosas granjas de perlas están aquí presentes.
Además del relax con un cocktail helado y de disfrutar de las playas, ¿qué actividades existen para los aventureros? Desde trekking, escalada, descenso de cañones y excursiones entre islas para hacer surf, hasta montar a caballo, pesca en alta mar, cruceros en yate, golf… esta sección te presenta la gran variedad de actividades que pueden realizarse en cada archipiélago. Tantas islas… acción sin límite.
ARCHIPIELAGO DE LA SOCIEDAD
Cualquiera que piense que los archipiélagos de la Polinesia Francesa sólo pueden ofrecer vacaciones en el mar, cambiará rápidamente de opinión cuando conozca la multitud de actividades y excursiones que se pueden realizar en todas las islas.
Archipiélago de la Sociedad: Estas islas volcánicas con sus verdes montañas y sus playas blancas rodeadas de una barrera de coral, ofrecen al turista la elección entre las excursiones por el interior y todas las actividades relacionadas con el mar.
Sobrevolar la isla en helicóptero (Tahití): descubrir Tahití “desde las alturas” es algo que no hay que perderse: las vistas de las cumbres y los picos basálticos, los cañones, las cascadas y las llanuras ofrecen una imagen fascinante y misteriosa del interior de la Polinesia Francesa. Este servicio está disponible en todas las Islas de la Sociedad.
Trekking, escalada y canyoning (Moorea): un trekking para descubrir la colina de las tres hojas de cocotero y recorrer la “Ruta de las piñas”, que cruza ríos y bosques y nos conduce a una altura de 1200 metros para llegar al pico más alto de la isla. Los excursionistas más expertos pueden también escalar el Monte Rotui o los peñascos del Monte Tohivea.
Montar a caballo: en la mayoría de las islas se organizan largas excursiones a caballo por el interior.
Golf:
Tahití: Atimaono es un campo de 18 hoyos para los entusiastas del golf, abierto para los principiantes y también para los más expertos. Este campo de golf ha sido homologado por la Federación Francesa y cada mes de julio acoge a gran número de golfistas de todo el mundo en el “Tahiti International Open”. Actualmente forma parte también del circuito Australian PGA.
Moorea: desde finales de 2007 la isla hermana de Tahiti cuenta también con un campo de golf de 18 hoyos.
Pesca recreativa en alta mar (Tahití): todas las competiciones de pesca en alta mar están coordinadas en Tahití por el “Tahitian International Billfish Tournament”, que cada dos años organiza un torneo internacional de pesca recreativa.
Surf (Tahití- Huahine): Tahití es uno de los mejores centros de competición internacional para la práctica del surf del mundo. De mayo a noviembre, las magníficas olas en Teahupoo atraen a los surfistas más expertos, mientras que los que no son tan osados prefieren Papara o el canal de Taapuna en la costa oeste, o desde noviembre hasta marzo, Papenoo en la costa este. Los fines de semana, los jóvenes surfistas tahitianos suelen reunirse al sur de Huahine, un lugar donde la regularidad de las olas hace que la práctica de este deporte sea particularmente agradable.
Submarinismo (Moorea – Huahine – Raiatea): en la fantástica laguna de Moorea, el encuentro con los tiburones grises, limón o de aleta negra, con los cirujanos, con las morenas y con las rayas leopardo es algo habitual. En Huahine los submarinistas expertos pueden explorar las abruptas y rocosas profundidades y las grutas en las que abundan las rayas manta, las barracudas y los tiburones, o aventurarse en la “Gruta del pulpo” entre Raiatea y Tahaa.
Delfines y ballenas (Moorea): los delfines son habitantes permanentes en las aguas de Moorea. Además, de julio a octubre es posible avistar los increíbles gigantes del mar, las ballenas. Un grupo de biólogos marinos ha estado estudiando estos mamíferos desde 1987, y en 1992 crearon un “ecotour”: una excursión guiada para descubrir estas maravillosas criaturas.
Buceo y submarinismo (Huahine – Raiatea – Tahaa): las lagunas de Huahine son verdaderos tesoros ocultos a descubrir ya sea con gafas y aletas o practicando el submarinismo. El coral amarillo en Huahine es la principal atracción de “Coral City” o del “Valle amarillo”. Esta enorme laguna que baña las costas de Raiatea y de Tahaa, ha fomentado el desarrollo de una sorprendente fauna y flora submarinas, un hermosísimo ejemplo de lo que es el “Jardín Japonés” y sus rosas de coral.
Alquiler de yates y cruceros (Raiatea): Raiatea es la capital de los cruceros y sus bahías acogen varias bases marinas con una gran flota de yates y catamaranes. Es difícil no verse tentado de subir a bordo de uno de estos barcos y deslizarse entre las aguas hasta las espléndidas lagunas y los encantadores islotes, o llegar hasta las islas más cercanas que se encuentran a tan solo medio día de navegación.
Arqueología (Maupiti): Maupiti ofrece numerosas excursiones interesantes: el valle del Haranai con sus monumentos líticos, las sencillas losas de coral del marae nacional de Vaia’ ahu dedicado a los dioses de la pesca, el conjunto arqueológico del siglo IX en el islote de Pae’ ao, el motu Aiura con sus molinos de viento vigilando los restos del marae de la isla de Vaiaotaha.
ARCHIPIELAGO DE LAS TUAMOTU
Este hermosísimo archipiélago está compuesto por una serie de atolones que emergen suavemente del océano y sus lagunas están rodeadas de barreras de coral. Repletas de una gran variedad de peces, las lagunas ofrecen a los turistas inolvidables experiencias de submarinismo y de buceo.
RANGIROA
Excursiones: La Laguna Azul: un gigantesco acuario natural en una fantástica laguna, la representación del sueño polinesio. La isla de los acantilados donde se pueden admirar las extraordinarias formaciones de coral. Las arenas rosadas, una combinación de cielo azul, arena rosa y aguas turquesas de la laguna
Submarinismo: Rangiroa es uno de los lugares más famosos del mundo para practicar submarinismo debido a la gran densidad de fauna en la laguna y en los canales que crean las fuertes corrientes tanto hacia dentro como hacia fuera. Algunos de los lugares más espectaculares para el submarinismo son los situados justo a la salida de los dos canales, o junto a las laderas inclinadas con sus numerosas grutas donde se pueden encontrar cirujanos, napoleones, rayas, barracudas, tiburones grises y peces martillo.
TIKEHAU
Buceo y submarinismo: la belleza y la abundancia de la fauna en Tikehau hacen de este atolón un paraíso para los entusiastas del buceo y del submarinismo.
Excursiones: a través de la laguna hasta las arenas rosadas, bucear en el lagunarium, visitar la granja de perlas o llegar hasta la isla de los pájaros.
MANIHI
Por mar: Excursiones en barcos con el fondo de cristal, pesca en alta mar, buceo, submarinismo.
Excursiones: ineludible una visita a las granjas de perlas negras.
FAKARAVA
Submarinismo y buceo: debido a la riqueza de su ecosistema, la UNESCO ha declarado el atolón de Fakarava como reserva de la biosfera. El submarinismo es la principal actividad en esta isla, que ofrece una experiencia a la vez excitante y emocionante con su gran concentración de fauna en la laguna y en sus profundidades, en las que habitan meros, barracudas, rayas, peces martillo y tiburones tigres.
ARCHIPIELAGO DE LAS MARQUESAS
Las Islas Marquesas se presentan a los visitantes como una explosión de verde intenso. Gracias al agradable clima y a los numerosos senderos que recorren estas islas, este exuberante escenario se puede descubrir a pie, a caballo o en 4×4. También se puede sobrevolar en helicóptero.
NUKU HIVA
Excursiones guiadas a caballo: excursiones de 2/3 horas o de una jornada completa, con acampada o alojamiento en casas particulares.
Parapente – Trekking – Excursiones en 4×4 o en barco: a pie o en 4×4 al Monte Muake, con sus espléndidas vistas sobre el puerto y la isla cercana de Ua Pou. Una de las excursiones más espectaculares nos conduce al valle de Haukaui: abierto entre rocas de basalto, se repliega hacia el interior para formar un cañón que es el origen de una majestuosa cascada de 350 metros de caída. El valle está considerado un lugar sagrado. A la población de Anaho se puede llegar en barco o en 4×4. Posee la única barrera de coral de las Islas Marquesas y una extensa playa de arenas blancas.
Un espacio para la cultura: visita del pueblo de Taioivai, antaño hogar de los temibles guerreros caníbales y, en el siglo XIX, de Herman Melville; en el “Tohua”, en Vaitaviri, podemos encontrar tiki y afiladas piedras para uso doméstico y sacrificios.; el marae de Paeke, que presenta una serie de monumentales tiki hechos de piedras rojas de la isla, y el conjunto arqueológico de Hikokua.
Submarinismo: en la rocosa línea de la costa de Nuku Hiva abundan las grutas y las cavernas, y es un lugar ideal para las exploraciones submarinas. La ausencia de barrera de coral explica la variada y rica fauna en las profundidades, con ballenas, peces martillo, tiburones “sepultureros”, tiburones de aleta blanca, rayas manta, rayas leopardo, rayas jaspeadas y langostas.
HIVA OA
Trekking y safaris en 4×4: el poblado de Taaoa, al que se llega a través de un sendero panorámico con magníficas vistas sobre la bahía, acoge un impresionante conjunto arqueológico; excursiones en 4×4 desde Atuona a Puamau (de dos horas y media de duración) por una carretera de montaña que cruza toda la isla y nos conduce hasta la llanura de Tepuna, a 500 metros de altitud. La pista atraviesa numerosos poblados y uno de los enclaves arqueológicos más importantes de las Marquesas, Ipona, custodiado por el tiki Takai’ tiki de 2,43 metros de altura. Muy cerca hay otros dos enclaves menos importantes, Tauatepepe y Paperamuimui. El conjunto de tikis es muy impresionante.
Actividades acuáticas: Alquiler de barcos para desplazarse de una isla a otra, pesca en alta mar.
ARCHIPIELAGO DE LA AUSTRALES
RURUTU
Trekking y safaris en 4×4/excursiones a caballo: los escarpados promontorios y los acantilados en los que abundan las grutas constituyen un extraordinario espectáculo. La gruta Ana A’ eo, también conocida como Gruta Mitterand , posee un bosque de estalagmitas y de columnas, algunas con extrañas formas. La gruta Paeva cuenta con varias salas con sorprendentes y hermosas esculturas naturales. Cerca del Monte Manureva está la Gruta de Hina, diosa mitológico, y la Gruta de Mo’o, el lagarto gigante.
Actividades acuáticas: de julio a octubre las aguas de Rurutu acogen las ballenas jorobadas, que llegan hasta aquí para aparearse.
TUBUAI
Caminatas: hasta el pico del Monte Taita, de 422 metros de altura, o a lo largo de la pista de la costa con vistas de los motus de la laguna oriental.
Actividades acuáticas: alquiler de barcos, pesca en alta mar, submarinismo.
ARCHIPIELAGO DE LAS GAMBIER
Formado de diferentes partes de un único volcán, es el archipiélago más remoto y sus islas son de relieve montañoso.
MANGAREVA
Excursiones a la catedral de Saint Michel, desde la que se domina la parte más alta de Rikitea, la única ciudad de la isla. No hay que dejar de visitar las demás construcciones de la ciudad: las torres de vigilancia, el cementerio de Saint Pierre y el monasterio de Rouru. Todos fueron construidos por el misionero Honoré Laval.
Alquiler de motos y de bicicletas: para descubrir la isla.
Ia Orana, Maeva y Manava son las tres palabras de saludo que utilizan los polinesios para dar la bienvenida a sus invitados: una bienvenida que está profundamente enraizada en la tradicional y legendaria hospitalidad local.
A la llegada, se obsequia a los visitantes con una corona de flores multicolores, símbolo del feliz encuentro que ha tenido lugar.
La protagonista de este homenaje floral es la Tiare, una flor blanca muy perfumada símbolo de Tahiti y sus islas. Y después, por supuesto, la palabra que no debe olvidarse: ¡mauru’uru! ¡Gracias!
El alojamiento en las cadenas hoteleras y en hoteles de la más alta categoría en los Archipiélagos de la Sociedad, las Tuamotu y las Marquesas se ha dispuesto para proporcionar la mayor calidad de servicio, respetando totalmente el entorno natural.
Desde los clásicos hoteles con todos los detalles de confort y los más modernos medios de comunicación, hasta los típicos hoteles de estilo polinesio.
Los materiales naturales de Tahiti y sus islas se han utilizado para el mobiliario: desde los tapices de peue (hojas de pandáneo trenzadas) a las lámparas hechas de conchas marinas y de madreperlas de las Islas Tuamotu, los multicolores tifaifai, y flores por todas partes.· Casi todas las cadenas hoteleras poseen “pilotis”, los bungalows sobre el agua típicos de la Polinesia.
En Tahiti y sus islas, aunque apensas se conozca hay también unos 1300 establecimientos de «Pequeña hotelería”; pequeñas casas de huéspedes y hoteles propiedad de familias, que constituyen una alternativa a los grandes hoteles.
Algunos de éstos ofrecen todos los servicios y otros poseen habitaciones con cocina.
En este tipo de alojamiento, los visitantes entran en contacto diariamente con los habitantes locales y pueden apreciar su cálida hospitalidad de primera mano.
El océano y las islas… ¿qué mejor medio de transporte que un avión? La compañía aérea local polinesia, Air Tahiti, ofrece vuelos a las islas en su nueva flota de ATR 42 (48 plazas) y ATR 72 (66 plazas). Entre las principales Islas de la Sociedad hay varios vuelos al día.
Los vuelos salen diariamente desde Tahití a las Tuamotu y a las Islas Marquesas, y hay cinco o seis vuelos a la semana a las Islas Australes. Los vuelos a las Islas Gambier tienen menor frecuencia.
El «Tahiti Air Pass» ofrece grandes ventajas: es un paquete de vuelos internos a precios especiales que se puede adquirir a través de los touroperadores españoles o de las compañías que realizan los vuelos intercontinentales.
La franquicia de equipaje para todos los viajeros con billetes de vuelos intercontinentales es de 20 Kg.
Air Moorea opera vuelos de diez minutos de duración cada día entre Tahití y Moorea, con horarios de conexión para las salidas intercontinentales.
También existe la posibilidad de realizar vuelos chárters a bordo de los Dornier 328 o los Beechcraft 1900D de la compañía Wan Air.
Air Archipels está especializada en vuelos chárter a la carta en sus cómodos Beechcraft de 7 ó 9 plazas.
Para los más exigentes se encuentran disponibles los helicópteros para traslados privados con salidas desde Tahití.
Los típicos autobuses locales, llamados trucks, pueden sernos de utilidad para desplazarnos por las islas.
Los visitantes que busquen una mayor independencia tienen a su disposición coches, motos y bicicletas de alquiler. Todo lo que se necesita es un permiso de conducir español. En las islas más pequeñas existen muy pocas carreteras y pistas, pero no es un problema porque casi todo está al alcance de la mano.
En las Islas Marquesas se puede disponer también de 4×4, pero también es posible desplazarse a caballo, sin duda el más original y el más tradicional medio de transporte.
Existen servicios de ferry a las islas más próximas. Entre Tahití y Moorea hay numerosas salidas al día en catamarán y en ferry. La travesía dura aproximadamente 30 o 45 minutos. Los ferries realizan el trayecto entre Tahití y las otras Islas de la Sociedad varias veces a la semana.
Hay salidas semanales para las Islas Tuamotu, y varias salidas al mes para las Marquesas y las Islas Australes.
Las salidas a las Islas Gambier tienen lugar una vez al mes, y la travesía dura una media de 10 ó 15 días.
Para desplazarse de una isla a otra en el mismo archipiélago, los visitantes tienen a su disposición varios medios de transporte, desde los fuerabordas a las pequeñas lanchas a motor.
El viaje entre los motus se realiza en general en las típicas canoas con balancines o en lanchas a motor.
Hacer un crucero en un auténtico hotel flotante de lujo y confort es una forma alternativa de visitar las islas de la Polinesia Francesa, y algunos lujosos barcos ofrecen cruceros para descubrir estas islas.
Raiatea es la base de los barcos pequeños pero equipados con todos los detalles, para cruceros de 4/5 días.
Las Islas de Sotavento y las Tuamotu se pueden explorar también en cruceros a bordo de un catamarán.
Los chárters marítimos son cada vez más populares en Tahití y sus islas porque ofrecen tranquilas excursiones para descubrir las lagunas, y algunos tours que recorren diferentes islas.
Las compañías de yates y de catamaranes tienen sus bases en Tahití, Moorea y en las Islas de Sotavento principalmente y ofrecen chárters de fin de semana o de toda la semana con o sin patrón. La pesca recreativa en alta mar, cruceros de lujo privados, pasar el día en los motus, o navegar al atardecer,… las posibilidades de elección son muchas y variadas.
Al llegar a Tahití, no se olvide de que es una zona horaria distinta, con 12 horas menos sobre la hora de España en verano, u 11 horas si viaja en el período del horario de invierno.
El Franco del Pacífico (CFP) es la moneda local y el cambio con el euro es fijo (1 EURO = 119,33 CFP). En la mayoría de los hoteles, restaurantes, tiendas y atracciones turísticas se aceptan las principales divisas extranjeras y tarjetas de crédito.
Los bancos internacionales presentes en Tahití tienen también sucursales en las principales islas y todos pueden cambiar todas las monedas en circulación. No es habitual dar propinas y tampoco se las solicitarán.
El francés y el tahitiano son los idiomas oficiales. El inglés está, no obstante, muy extendido y se habla en hoteles y en comercios, y se habla cada vez más castellano.
Los ciudadanos de la UE no necesitan ninguna medicación preventiva ni vacunaciones. En Tahiti y sus islas no hay ningún riesgo desde el punto de vista de la salud y los servicios médicos son de la mejor calidad. En Tahití hay farmacias, clínicas privadas y hospitales muy bien equipados. En las islas principales hay consultorios médicos y centros médicos privados. En las islas no existen serpientes, ni arañas venenosas ni animales peligrosos.
Los hoteles y los centros médicos de todas las islas poseen instalaciones de primeros auxilios para el tratamiento de pequeñas heridas.
Aunque la Polinesia Francesa es un territorio de ultramar, la cobertura prevista por el Servicio Nacional de Salud francés en su Formulario 101 no incluye este área. Los visitantes que deseen el reembolso de los gastos médicos deben contratar antes de su viaje una póliza de seguro privado.
La corriente eléctrica en la mayoría de los hoteles es de 110 ó de 220 voltios. Si los necesita, solicite transformadores para las maquinillas de afeitar o para los pequeños aparatos electrónicos (adaptadores estándar utilizados en los Estados Unidos).
Hay diferentes religiones en Tahiti y sus islas, aunque la mayoría de sus habitantes son protestantes y católicos romanos.
Se pueden celebrar ceremonias de boda entre dos extranjeros, legalmente reconocidas, siempre que se ajusten a las leyes locales. Se puede celebrar también una boda tradicional polinesia, pero sólo con el fin de experimentar la belleza del rito local y sin validez legal.
El código telefónico internacional para la Polinesia Francesa es el 00689. Para llamar a España, se debe marcar 0034 seguido del número local. Las tarjetas telefónicas se pueden utilizar para realizar llamadas internacionales.
NB: Para utilizar los teléfonos móviles se debe consultar con su operadora de telefonía ya que no todas las compañías ni todos los terminales funcionan. Otra opción es adquirir tarjetas SIM fabricadas en la Polinesia Francesa.
Tahiti y sus islas tiene un clima muy agradable durante todo el año, refrescado siempre por las corrientes de aire del Pacífico. La temperatura media del aire es de aproximadamente 27ºC y la temperatura del agua de las lagunas se mantiene más o menos constante en los 26ºC.
Hay dos estaciones: una de noviembre a marzo, cálida y húmeda, y otra de abril a octubre, la estación seca. Debido a las diferentes características y posiciones de los archipiélagos, Tahiti y sus islas es un destino ideal todo el año.