Viajes Polinesia. Viajar a la Polinesia. Viaje Polinesia
Dentro aún del archipiélago de La Sociedad– Bora Bora, Raiatea, Tahaa, Huahine y Maupiti.
En general, la Polinesia Francesa es un destino de vacaciones muy agradable donde durante todo el día podremos realizar actividades muy variadas, pero por la noche no existe ninguna actividad de ocio particular, aparte de los espectáculos de danzas y cantos que se organizan en los hoteles. No obstante las islas del Archipiélago de la Sociedad son una excepción… gracias a la amplia selección de restaurantes, bares y hoteles, son las más animadas. En Tahití, Moorea, Bora Bora y Raiatea es posible hacer una reserva que incluya únicamente la habitación y el desayuno, lo cual permitirá al visitante disfrutar de los numerosos restaurantes que ofrecen especialidades locales, internacionales, chinas, italianas, y ¿por qué no? incluso españolas.
Cuatro islas altas (Tahití, Moorea, Maiao y Mehetia) y un atolón (Tetiaroa) forman las Islas de Barlovento, al este del Archipiélago de la Sociedad.
El 75% de la población de la Polinesia vive sólo en Tahití y en Moorea, y la mayoría de las oficinas, comercios y bancos se concentran en estas islas.
En resumen
¿Cuál es la diferencia entre una isla alta y un atolón? Una isla alta es de origen volcánico y posee una cumbre central que se desliza hasta el mar. Un atolón es una isla con forma de anillo (compuesto por varios islotes) de origen de coral, y su parte central encierra una porción de agua llamada “laguna”. Las islas altas y los atolones están rodeados de una barrera de coral.
La isla más grande de los cinco archipiélagos y la puerta de entrada a la Polinesia Francesa, Tahití está formada por dos islas montañosas más pequeñas, Tahiti Nui y Tahiti Iti (“grande” y “pequeño” respectivamente) y por el istmo de Taravao. Papeete, la capital, y el aeropuerto internacional de Faa’a, el punto de llegada de todos los vuelos intercontinentales, se encuentran también en Tahití.
Recorriendo Papeete: imprescindible una visita al colorido mercado. Construido en dos niveles, aquí podemos encontrar productos típicos y souvenirs.
Excursiones y naturaleza: el interior de la isla es salvaje y muy verde, con profundos valles, cascadas y antiguos conjuntos arqueológicos – marae – ocultos entre la vegetación. Se puede visitar a pie o en 4×4.
Surf: en parte rocosa y en parte caracterizada por largas playas de arena negra, la costa este es muy frecuentada por los surfistas de todo el mundo. Y especialmente de abril a octubre, cuando las olas hacen realidad los sueños de todos los entusiastas del surf.
Golf: para los amantes del golf, el campo de Atimaono, de 18 hoyos, diseñado por Olivier Breaud.
Museos curiosos, museos importantes: son obligatorias las visitas al Museo de la Perla, al museo dedicado a Paul Gauguin, y al Museo de Tahití y sus islas. También merecen la pena la casa de James Norman Hall, uno de los dos escritores que relató el Motín del Bounty. Existen también numerosas galerías de arte.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde las grandes cadenas hoteleras y los resorts hasta la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: A Tahití se puede llegar desde España con Air France, Air New Zealand y Air Tahiti Nui, la compañía aérea nacional, en vuelos intercontinentales desde París a Papeete vía Los Ángeles. Tahití es también el principal punto de salida para llegar a todas las islas de la Polinesia Francesa en los vuelos operados por Air Tahiti .
Debido a su gran proximidad y a su forma similar a la de Tahití, Moorea es considerada como la isla “hermana” de Tahití. Posee un elevado punto central, el Monte Rotui, cubierto de una espesa vegetación tropical que recorre sus laderas hasta el mar. La isla es famosa por sus numerosas playas de arena blanca pura, por las bahías de Cook y de Opunohu, por su lecho de coral y por la abundancia de la fauna submarina.
La diversión tropical: Moorea es la isla de los restaurantes, de los bares y del ocio, y en esta faceta sólo la secunda Tahití.
Piñas, vainilla, café…: senderismo o excursiones en 4×4 para visitar las granjas de perlas. A la llegada, no hay que dejar de saborear los jugos de frutas de Moorea, los almíbares y las deliciosas piñas.
No sólo bucear: las vistas de la isla desde el mar a la entrada de las bahías de Cook o de Opunohu, el Dolphin Quest para un encuentro muy de cerca con los delfines, y por qué no, un paseo por la plataforma marina en traje de buceo.
Una boda polinesia: es sólo una de las atracciones que ofrece el Tiki Village, la reconstrucción de un poblado típico polinesio. No tiene validez legal, pero está ambientada con toda la fascinación de los antiguos ritos. Las veladas en el Tiki Village acaban con las espectaculares danzas y cantos tradicionales.
Dónde alojarse: la isla ofrece todas las categorías de alojamiento, desde las grandes cadenas hoteleras hasta los resorts de la isla, ubicados principalmente en torno a la laguna, y la “Pequeña hostelería”, pequeños hoteles familiares o casas de huéspedes.
Cómo llegar: varios vuelos de Air Moorea salen cada día de Tahití (unos diez minutos de duración). Los catamaranes y ferrys realizan una travesía de aproximadamente 45 minutos y salen también de Tahití a lo largo de todo el día. Air Tahiti opera también vuelos de conexión con las demás islas varias veces a la semana.
Es el atolón más próximo a Tahití, y en los años sesenta sirvió de escenario para el rodaje de la película “El motín del Bounty”. La belleza del lugar impresionó tanto a Marlon Brando que, una vez acabado el rodaje, el famoso actor compró la isla.
El atolón está compuesto por motus y en el mayor de ellos, Tiaraunu, hay una pista de aterrizaje y un pequeño hotel, el único, Tetiaroa Village.
En resumen
¿Qué es un motu? En polinesio, motu significa «isla»; actualmente motu se entiende como una isla pequeña, un islote, algunos de ellos de tan sólo unos metros cuadrados, que forman un anillo en torno a un atolón.
En el aire…: rabihorcados negros, aves tropicales (o aves del paraíso), plangas pardas y petreles han elegido el motu Tahuna Iti para anidar. Los amantes de la observación de aves no deben dejar pasar la oportunidad de realizar una excursión a esta isla.
…o bajo el mar: la plataforma submarina de Tetiaroa es famosa por sus corales malvas.
Dónde alojarse: la única posibilidad de alojamiento en la isla es el hotel Tetiaroa Village, que cuenta con 14 bungalows en la playa.
Cómo llegar: 1 vuelo diario desde Tahití (duración del vuelo, aproximadamente 20 minutos).