Es imposible describir Rumania en una frase. Cada afirmación tiene que ser acompañada de un “pero”, destinado a matizar una personalidad que tiene numerosos aspectos.
Con su combinación de historia intrigante, naturaleza impresionante y hospitalidad cálida, Rumanía es un destino que dejará una impresión duradera en todos los que tienen la suerte de visitarlo.
La cultura de Rumanía es similar a las otras de Europa, incluyendo la de Europa Occidental y la Europa Central. Sin embargo esta cultura también ha tenido influencia de otros pueblos, incluyendo Turquía, o países eslavos como Rusia.
Cuando cayó Ceauşescu, Francia se sorprendió al enterarse del elevado nivel de conocimiento del idioma francés que tenían los rumanos y por ello acudió inmediatamente en su ayuda con colaboraciones de toda naturaleza. Hoy se cosechan los frutos de esa colaboración.
Las minorías étnicas representan el 10,5% de la población total de Rumanía. La más importante es la húngara (6,6% del total), a la que siguen la población gitana o romi (2,5%), la ucraniana (0,3%) y la de origen alemán (0,3%), esta última en fuerte retroceso. La comunidad rumana en el extranjero está formada por cerca de nueve millones de personas, la mayoría viviendo en EE.UU, Alemania, pero principalmente en otros países románicos como Italia, España, y Francia. Es fácil encontrar comunidades rumanas en casi todos los países europeos.
Pero a pesar del gran número de rumanos trabajando fuera de sus fronteras, también Rumanía empieza a tener problemas de inmigración ilegal de terceros países en especial de Moldavia, Turquía, China, Irak, Afganistán o India. También hay nacionales de la UE viviendo en Rumanía en especial en Bucarest, o en el oeste de Rumanía en ciudades como Timişoara o Arad, que son las ciudades rumanas con el nivel de vida casi igual que otro país de la UE, la renta per capita en estas ciudades rondan a 16.000 € anuales frente a 7.000 € anuales que puedes encontrar en el resto del país.
Rumano (oficial, húngaro y alemán (co-oficiales).
El origen del rumano es latín, y es fácil de asimilar aun más dada la proximidad del rumano al francés, español, catalán, portugués, y el Italiano. El idioma tiene un número de palabras eslavas, húngaras y alemanas, pero la mayoría ya no se han usado desde 1878.
Siendo un país de origen latino y teniendo también un gran número de trabajadores fuera de sus fronteras es fácil encontrar gente que hable castellano e italiano con facilidad.
El inglés, el Alemán, el húngaro y los idiomas eslavos también son bastante utilizados, aunque los rumanos prefieren hablar un idioma románico. Siendo un país del bloque Soviético, podría uno creer que la mayoría sabe hablar el ruso, pero no lo es el caso.
Aprender el ruso ya no ha sido obligatorio desde 1966 y en su lugar se puso énfasis a otros idiomas románicas.
Artesanías rumanas como bordados, objetos de cristal, tallas de madera, porcelana, vinos y cosméticos tienen gran demanda por parte de los turistas.
Además de los típicos recuerdos que se pueden comprar, también encontrarán un abanico de posibilidades para llevarse como recuerdo, inclusive el shopping donde podrán encontrar ropa a un precio bastante más bajo que en España. Sí desean comprarse cositas de marroquinería o calzado, aquí la situación cambia, los precios suben un 15% más que en España.
En Rumanía se pueden cambiar casi todas las principales divisas extranjeras, en particular el Euro, el Dólar y la Libra Esterlina. Es aconsejable que el turista efectúe sus transacciones en bancos o casas de cambio autorizadas. La diferencia en tipos de cambio es mínima aunque sujeta en algunos casos a las comisiones por servicios.
La cantidad máxima en divisas autorizada al entrar o salir del país es de 10.000 dólares o su contravalor en cualquier divisa convertible.
Banco Nacional de Rumanía es el Leu (en plural Lei)(símbolo RON) se emite en billetes de 1 leu, 5, 10, 50, 100, 200 y 500 lei, el divisor del Leu es Bani que son monedas de 1, 5, 10 y 50 bani.
En la actualidad, el leu tiene convertibilidad interior, fijándose libremente el tipo de cambio en el mercado interbancario de divisas.
La propina en Rumanía al igual que España no es obligatoria. Sin embargo, se está imponiendo el uso de una propina no menor al 10% en restaurantes.
El sistema bancario rumano está aún muy poco familiarizado con los cheques de viajero, por lo que es aconsejable que el turista pague en efectivo o tarjetas de crédito. El uso de las tarjetas de crédito se puede utilizar en cajeros automáticos, restaurantes y pequeños comercios. Se utiliza la mayoría de los sistemas de crédito utilizados en el mundo VISA/VISA Electron/MasterCard/American Express/Diner’s Club/JCS.
También hay varias oficinas MoneyGram o WesternUnion en la mayoría de las principales ciudades que pueden mandar dinero o mandarles dinero en el caso de perdida de dinero, robo o hurto o extravío de tarjetas de crédito.
Cada vez hay más cajeros automáticos de los que se puede obtener moneda local utilizando tarjetas de crédito. Antes de salir de viaje, pregunte a su banco por las comisiones que se cobran por utilizar las tarjetas en otro estado UE.
La gastronomía rumana es bastante variada y tiene influencias de sus vecinos, Hungría, Bulgaria, o la actual Serbia.
La hostelería rumana empieza a conocer un verdadero empuje, a pesar de que el país de momento tiene una industria hotelera aun en fase de pubertad, pero la verdad que los restaurantes ofrecen un verdadero manjar a unos precios muy bajos. Podrán encontrar todo tipo de restaurantes, desde italianos, chinos, gastronomía rumana, o húngara, alemana, hasta cocina creativa y de fusión, esas últimas sólo en la capital Bucarest en los hoteles. Si van un fin de semana a Brasov sin duda quedarán estupefactos de las maravillas de esta ciudad en todos los sentidos.
También podrá ver la ciudad de Sibiu antigua Hermannstad, que es la capital cultural europea para el 2007.
Salir y divertirse en Rumanía es un hecho garantizado y bastante vario pinto, hay varios cafés y bares, restaurantes temáticos, cocina internacional y local o regional según los gustos y después hay varios pubs y discotecas en todas las ciudades, pero las que están de mejor ver estan localizados en Transilvania que no tiene nada que ver con los locales de Bucarest.
Si es visitante resulta bastante impactante una noche de diversión à la rumana, se suelen sentar a las mesas y tener largas charlas aunque sea una discoteca, y las charlas se pueden prolongar hasta altas horas de la mañana sin tener mucha idea después de lo que se habló, pero vale la pena vivirlas.
Conciertos, teatro, ballet y exposiciones son frecuentes en Bucarest. El precio de los eventos culturales suele ser bastante barato (se pueden encontrar entradas para la ópera por algo menos de 5 €), excepto si se trata de algún concierto de música de algún grupo o artista extranjero.
El puerto de Constanza y sus alrededores ofrecen festivales artísticos y culturales durante el verano.
La marcha nocturna está más que garantizada en Bucarest y en la mayoría de ciudades de Rumanía con una cierta entidad. En la capital existen multitud de bares, pubs y discotecas, algunos de reconocido prestigio, ya sea por la belleza de sus asistentes (Bamboo), por la calidad de su música (Club A) o por lo elitista de su decoración (Embrio).
Existen varias guías gratuitas que aglutinan bastantes restaurantes, galerías, museos, pubs y discotecas, los distintos espectáculos que en ellos se organizan, e incluso los cines con sus respectivas carteleras, amén de bastante publicidad.
No es obligatoria ninguna vacunación para viajar a Rumanía.
Aunque Rumania tiene buenos médicos el sistema sanitario rumano es deficitario y bastante pesado, si estas ingresado, aunque es gratis el sistema sanitario público se practica dar ciertas atenciones monetarias desde una enfermera hasta médicos para poder ser atendido aunque vayas con un seguro concertado. Pero esperemos que con la entrada en la UE cambie este procedimiento.
Se recomienda llevar las medicinas habituales. En caso de enfermedad o accidente graves, ponerse en contacto con la embajada del país cuya nacionalidad ostentemos para que ésta facilite los trámites de hospitalización local o, en su caso, de una eventual repatriación. En la mayoría de los casos se debe viajar con seguro de asistencia en viaje.
Hay farmacias en todas las ciudades, o pueblos, pero para comprar ciertas medicinas es imprescindible tener una receta médica.
No es buena idea decir que la lengua rumana es eslava o que está relacionada con cualquiera de las lenguas de sus vecinos como el húngaro, el albanés y el turco. Ellos lo tomarán como un gran insulto a su cultura, ya que se sienten orgullosos de su procedencia latina y el carácter que esto conlleva. Los rumanos tampoco les gusta oír declaraciones falsas de que fueron parte del Imperio Ruso o una provincia de la URSS, aunque sí fue integrante del bloque soviético y, formaba parte tanto del Imperio otomano como del austrohúngaro hasta 1878 y 1918, respectivamente.
Temas delicados incluyen las dos Guerras Mundiales y, sobre todo, los estereotipos hacia los rumanos en otros países europeos derivados de los muchos campamentos de gitanos rumanos en Italia, España y Francia. Los rumanos suelen tener cierta rabia hacia sus gitanos por la mala fama que les han hecho en Europa. La mayoría de la población no tiene problemas en hablar del periodo comunista, que suelen describir detalladamente si se les pregunta.
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